La corrupción día a día se convierte en una de las preocupaciones mas relevantes de los sistemas de protección de derechos humanos, esto debido a que son cada vez mas las instituciones publicas y organizaciones privadas que se ven inmersas en actos de corrupción que afectan de forma directa el goce y disfrute de los derechos humanos.
Este problema tiene serias repercusiones en el disponibilidad, calidad y accesibilidad, sobre la base de la igualdad, de los bienes y servicios ¿pero podemos determinar a ciencia cierta como la corrupción según su nivel, grado de penetración y modalidad, afecta el disfrute de los Derechos Humanos?
La respuesta no requiere mucho análisis, la corrupción afecta transversalmente a los derechos humanos, sean civiles, políticos, económico, sociales, culturales y ambientales, estos últimos, según la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), en su resolución 1/18 de marzo de 2018, con mayor énfasis y que “cuya efectividad depende de políticas y presupuesto públicos”.
Bajo este mismo orden de ideas, tomando en cuenta esta resolución 1/18, la CIDH cita la resolución 1/17 relativa al tema corrupción, referida principalmente a Guatemala, estableciendo que “(…) las consecuencias de la corrupción, que afecta no sólo la legitimidad de sus gobernantes y los derechos de las personas gobernadas, sino en forma profunda al erario nacional, de por sí insuficiente para satisfacer los requerimientos de la ciudadanía en materia de alimentación, salud, trabajo, educación, vida digna y justicia”(…).
Efectivamente los actos corrupción afecta la economía de los países, alcanzando la increíble cifra entre 1,5 billones de dólares y 3,5 billones de dólares, según datos recientes de órganos multilaterales y organismos internacionales de protección derechos humanos, lo que representa entre el 1% y 3,5% del PIB mundial (los primeros mas conservadores que los segundos).
Tal vez estas cifras no son alarmantes para algunos, pero hagamos algunas comparaciones que nos harán entender cuanto representa esto para los pueblos:
• En 2015 hubo aproximadamente 212 millones de casos de malaria, que, según las estimaciones, costaron la vida a 429 000 personas. Costaría entre US$90 mil millones y $120 mil millones durante los próximos 25 años para erradicar esta enfermedad(Fuente Organización Mundial de la Salud).
• Hoy mas de 600 millones de personas no posen fuentes mejoradas de agua potable(Fuente Organización Mundial de la Salud). Con US$24 mil millones al año garantizarían acceso universal al agua potable y saneamiento(Fuente Organización de las Naciones Unidas).
• Con el 0,3 % de PIB MUNDIAL podríamos erradicar el hambre a nivel mundial en los próximos 15 años, es decir, con 267.000 millones dólares anuales (Fuente Organización de las Naciones Unidas).
• Se estima que 12,6 millones de personas mueren todos los años a causa de riesgos ambientales, convirtiéndose en el cuarto factor de muertes prematuras, especialmente por contaminación del aire (Fuente Organización Mundial de la Salud). En África, un programa de apenas 25 millones de dólares retiró mas de 3 mil toneladas de plaguicidasobsoletos y peligrosos de unos 900 sitios contaminados en Etiopía, Malí, Tanzanía, Túnez y Sudáfrica.
Esta lista podría seguir alargándose sin ninguna dificultad, basta con navegar algunos minutos para entender los grandes problemas que afronta la humanidad, particularmente graves para las personas, grupos y colectividades históricamente excluidas, en especial para quienes viven en situación de pobreza y extrema pobreza,y lo que costaría resolverlos.
Si esto no es suficiente motivo para poner cartas sobre el asunto de la corrupción, la lucha contra esta permitiría a los gobiernos, según datos del Fondo Monetario Internacional de abril de 2019, elevar sus ingresos a un 4,5% con respecto al PIB, lo que permitiría realizar mas inversiones que beneficien a los grupos mas vulnerables.
Actualmente existen un sinnúmero de mecanismos para mitigar los riesgos que provengan de actos de corrupción, normas ISO, instrumentos internacionales para la lucha contra la corrupción, guías de implementación de mecanismos para la lucha contra la corrupción en organizaciones publicas o privadas, manuales de cumplimiento de organizaciones privadas o publicas, leyes, reglamentos, normativas (que en los países de América del Sur nos sobran), pero si no entendemos que la corrupción es un problema que afecta a muchos países, independientemente de su nivel de desarrollo, que supone un reto para los gobiernos y que cualquier esfuerzo para combatirla deben cumplir, inexorablemente, con los principios básicos de los derechos humanos, cualquier esfuerzo perdería toda legitimidad.
Es por ello que pregunto ¿Vale la pena la lucha contra la corrupción con un enfoque en los derechos humanos?
Abg. Luís José Montes.
Dir. Asociado de Intedya (Quito-Ecuador).
QUIÉNES SOMOS
La Asociación
Junta Directiva
Sedes
Noticias
Artículos de Interés
Canal Ético
ACERCA DEL COMPLIANCE
Qué es
Compliance Officer
Marco Normativo Internacional
Cual es tu nivel de Compliance
FORMACIÓN
Eventos
Cursos Acreditados
Agenda Formativa
Cómo acreditar un curso
CERTIFICACIÓN
Certificación Profesional WCA
Certificación Sistemas de Compliance
SOCIOS
Ventajas de Asociarse
Entidades Asociadas
Profesionales Asociados
Solicitud de Adhesión
LEGAL
Aviso Legal
Política de Privacidad
Política de Cookies
Propiedad Intelectual
Condiciones de Contratación