JUSTICIA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL EL NUEVO PARADIGMA

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que se manejan los procesos judiciales, mejorando la eficiencia y la transparencia en la administración de justicia.

Diferentes enfoques basados en resultado, una forma diferente de argumentación basada en la experiencia sistémica y sistemática de un mundo global de aplicación de la justicia en la defensa judicial:

La nueva Ley Orgánica del Derecho de Defensa en España regula de forma pionera la inteligencia artificial en el sistema judicial, reforzando las garantías del derecho de defensa. Esta ley establece que los ciudadanos tienen derecho a conocer con transparencia los criterios de IA utilizados por plataformas digitales que facilitan la elección de profesionales de la abogacía y otros servicios jurídicos3.

En algunos países de Latino América como Colombia, Argentina y Chile por citar algunos dado el grado de automatización y acceso a los procesos judiciales y sentencias debidamente ejecutoriadas están  cambiando los procesos judiciales, haciéndolos más eficientes y transparentes. La tecnología permite el análisis y procesamiento eficiente de grandes volúmenes de datos, lo que promete revolucionar el manejo de casos legales.

Desde cualquier esfera del derecho la IA es una potentísima herramienta que brinda seguridad jurídica para los operadores jurídicos y defensores judiciales, al poder  mejorar la toma de decisiones judiciales, reducir errores humanos y agilizar los procedimientos, aunque es crucial abordar los sesgos en los datos utilizados para entrenar la IA y garantizar una supervisión adecuada en su uso.

La inteligencia artificial (IA) ofrece numerosos beneficios en la defensa judicial, mejorando la eficiencia y la precisión en los procesos legales. Aquí te detallo algunos de los principales beneficios:

Desde tu empresa

Eficiencia en la gestión de casos: La IA permite optimizar la gestión de los procesos judiciales, asegurando que cada etapa se complete en un tiempo razonable. Esto reduce el tiempo de resolución de los casos, lo que es crucial para la administración de justicia.

Claridad en los procesos: Al establecer un flujo de trabajo claro, se facilita la comprensión de las diferentes fases del proceso judicial tanto para los profesionales del derecho como para los ciudadanos. Esto contribuye a una mayor transparencia y confianza en el sistema.

Minimización de errores: La estandarización de los flujos de trabajo ayuda a reducir errores y omisiones en la documentación y en las actuaciones judiciales. Esto es esencial para garantizar que se respeten los derechos de las partes involucradas y se dé un tratamiento equitativo a todos los casos.

Mejora en la comunicación: Los flujos de trabajo bien definidos facilitan la comunicación entre los diferentes actores del sistema judicial (jueces, abogados, secretarios, etc.). Una colaboración efectiva es vital para el correcto avance de los procesos.

Control y seguimiento: Permiten un mejor control y seguimiento de cada caso, ayudando a identificar cuellos de botella o problemas en el proceso. Esto facilita la implementación de mejoras continuas y la asignación adecuada de recursos.

Desde la web

Automatización de tareas rutinarias: La IA puede automatizar tareas rutinarias, agilizar los procedimientos y reducir errores humanos. Esto mejora la eficiencia del sistema judicial.

Toma de decisiones más informadas: La IA puede analizar grandes volúmenes de información y proporcionar patrones y descubrimientos valiosos para los abogados, jueces y servidores del sistema de justicia. Esto agiliza el proceso de toma de decisiones y contribuye a una administración de justicia más efectiva.

Reducción de la desigualdad: La implementación de la IA en el sistema judicial puede contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible, especialmente en lo que respecta al acceso a la justicia, la eficiencia del sistema legal y la reducción de la desigualdad.

Los Desafíos de la Defensa Judicial Asistida (DJA)

La implementación de la inteligencia artificial (IA) en la defensa judicial presenta varios desafíos que deben ser abordados para garantizar su eficacia y equidad. Aquí te detallo algunos de los principales desafíos:

Desde tu empresa

Fiabilidad y verificación de resultados: La IA puede generar información falsa o sesgada, lo que plantea desafíos en cuanto a la fiabilidad y verificación de los resultados1.

Desigualdad y brecha digital: En contextos como el latinoamericano, la desigualdad y la brecha digital pueden afectar la implementación equitativa de la IA en el sistema judicial.

Ética y privacidad: La utilización de IA en la justicia plantea cuestiones éticas, especialmente en relación con la privacidad y la protección de datos personales.

Desde la web

Resultados sesgados o inexactos: La IA puede generar errores que comprometan un caso legal. Las herramientas de IA no siempre comprenden el significado real de la información procesada, lo que puede llevar a descontextualizaciones, significando que su ineficacia y nivel de maduración se dará de manera gradual en la medida que la calidad de datos de las fuentes se optimice recurrentemente.

Delegación excesiva: Confiar ciegamente en la tecnología puede llevar a violaciones éticas graves. Es crucial que los profesionales del derecho mantengan un control y supervisión adecuados sobre las decisiones asistidas por IA. Y entienden sobre todo en materia punitiva, que los fundamentos de la causalidad por citar un ejemplo se dan para cada caso en particular y de acuerdo con las habilidades y destrezas que el abogado de este ciclo de modernidad asuma en el sentido investigativo de la teoría de la prueba, su complementariedad y efectos. Hoy por  hoy es un mecanismo ágil de descongestión judicial, que debe mutar rápidamente según las características y desarrollo de la técnica judicial de cada país a una verdadera herramienta para el ejercicio del derecho en todas sus manifestaciones.

Desafío de los deepfakes: La IA puede ser utilizada para crear contenido falso, como deepfakes, que pueden ser difíciles de detectar y verificar, lo que representa un riesgo significativo para la integridad de los procesos judiciales, es el riego que asumirán los operadores de justicia al momento de apoyarse en DJA.

Estos desafíos subrayan la necesidad de desarrollar políticas públicas y marcos regulatorios que contemplen plenamente el nuevo escenario generado por la IA, asegurando una aplicación ética y equitativa en la administración de justicia.

En España, la Política de uso de la IA en la Administración de Justicia establece directrices para la implementación de IA en el sistema judicial, asegurando que se respeten los derechos fundamentales y se mejore la eficiencia del sistema.

Un artículo de Derechos Digitales recopila buenas prácticas para la implementación de políticas públicas de IA, destacando la importancia de la transparencia algorítmica y la supervisión de los sistemas de IA.

En América Latina, varios países como Argentina, Uruguay, Colombia, México, Chile y Brasil están desarrollando políticas y estrategias de IA que incluyen la protección de datos y la regulación del uso de IA en el sistema judicial.

Asuntos críticos y habilitadores de este cambio de paradigma:  la actualización tecnológica de nuestros sistemas judiciales;  el cambio del modelo de formación acorde con las disrupciones tecnológicas presentes y futuras; de manera contingente; la actualización normativa de nuestras legislaciones en materia de protección de datos; ciberseguridad y actualización de los Derechos  de cuarta generación que permitan la aplicación adecuada de esta nueva manera de enfocar el entrabado mundo de la justicia y el derecho.

 

FERNANDO JARAMILLO LOPEZ

Doctorando Universidad del País Vasco – Universidad Rafael Landívar